La humedad es, junto a la temperatura, uno de los factores claves del éxito en un ‘cultivo indoor’. Para que las plantas crezcan sin problemas y no sufran enfermedades o plagas como consecuencia de una humedad demasiado elevada, o baja, lo ideal es controlar la humedad y mantenerla en los niveles adecuados. Pero, ¿Cuál es la humedad ideal para un cultivo de interior de cannabis y cómo conseguirla?

La importancia de controlar la humedad y la temperatura en un cultivo de cannabis

Para alcanzar el éxito en un cultivo de interior, se deberán tener en cuenta multitud de factores como los nutrientes, la luz, el riego, la temperatura o la humedad. En el caso de la humedad, se debe controlar de forma adecuada para evitar enfermedades en las plantas y deficiencias nutricionales. Así como también permite un buen ritmo de crecimiento y puede aumentar la producción de resina de la hierba.

Pero para controlar la humedad es vital conocer la relación de este factor con la temperatura. Ya que la una y la otra están íntimamente ligadas.

Cuando hablamos de la humedad de un cuarto de cultivo, nos referimos a la medida del vapor de agua que hay en el aire, expresado en un porcentaje. Entre las distintas formas de medir la humedad, la relativa es la más aceptada por los cultivadores de marihuana. Ésta mide la cantidad de agua presente en el aire y se compara con la máxima cantidad que puede contener a la temperatura a la que se encuentre en dicho momento.

Cuanto mayor sea la temperatura de la habitación de cultivo, mayor será la capacidad del aire para contener una cantidad de agua mayor. Ya que el aire cálido contiene más vapor de agua que el frio. Por tanto, lo lógico para reducir los niveles de humedad es extraer aire caliente del espacio de cultivo.

¿Qué pasa si la humedad del cultivo es demasiado alta?

También es importante saber que las plantas de cannabis pueden recibir agua de dos maneras. Una de ellas es a través de la tierra con sus sistema radicular. Y la otra es por el aire, mediante sus hojas. Cuando existe una humedad elevada, las plantas usan sus hojas para absorber esta humedad, y disminuye así la cantidad de agua que necesitan para captar por sus raíces. Y esto no quiere decir que habrá que regar menos la planta y ahorraremos. Sino que las plantas pueden sufrir problemas de alimentación al no coger todos los nutrientes presentes en el suelo tan necesarios para su salud y crecimiento.

Si la humedad es baja, la presión del vapor se eleva y permite a la planta extraer agua y nutrientes del suelo. Mientras que si la humedad es muy baja, la presión de vapor puede aumentar hasta el punto que la propia planta tomará medidas de protección contra la deshidratación. Esto puede provocar que las estomas, que se encuentran en las hojas para que la planta respire, se cierren, lo que limitará su crecimiento.

¿Cómo se puede controlar la humedad en un cultivo indoor?

Para regular la humedad de los cultivos existen distintas técnicas. Y para llevarlas a cabo es necesario contar con los instrumentos adecuados para medir la humedad y la temperatura del cuarto de cultivo.

Para medir el contenido de vapor de agua que contiene el aire puede utilizarse un higrómetro. Y para medir la temperatura, un buen termómetro.

¿Cómo bajar la humedad del cuarto de cultivo?

Cuando la humedad es demasiado alta, ésta se puede bajar controlando la programación de los sistemas de ventilación; utilizando ventiladores para dar aire fresco y frio; o utilizando un deshumidificador para extraer el exceso de humedad del cultivo de interior.

¿Cómo subir los niveles de humedad de un cultivo de interior?

Para aumentar los niveles de humedad, puede utilizarse un humidificador para cultivos, que aportará vapor al cultivo y saturará en la medida de lo deseado el aire con agua.

También puede rociarse agua a modo de spray en las superficies repelentes al agua en el espacio de cultivo, o repartir recipientes de agua por el cuarto, que el aire se encargará de evaporar.

Para disminuir la temperatura de las plantas, pueden separarse de la fuente de luz.