Hay que tener en cuenta que, en épocas donde gobierna el frío, es muy dificultoso cultivar en exterior y hasta en algunos casos imposible. Las temperaturas bajas afectan drásticamente a nuestro cultivo de cannabis.

Gracias a la tecnología, hoy en día podemos cultivar en interior controlando todos los factores imprescindibles que influyen durante todo el ciclo de vida de nuestras plantas. El cultivo en interior (indoor, en inglés) se base en “imitar a la apreciable y admirable naturaleza”.

¿Cuesta mucho armar un indoor?

Bien, acá es donde muchos se equivocan. Montar un indoor no es algo para nada económico, si lo comparamos con cultivar en exterior. Si quieres un cultivo en interior, entonces deberás adquirir los materiales adecuados. Recuerda, lo barato sale caro y los lamentos vienen después. Es mejor hacer todo bien de una sola tirada para ahorrar tiempo y dinero.

Primer paso

Una vez sembrada la semilla en el sustrato, tendremos que empezar con el mercurio de 250-400-600w para su óptimo desarrollo en etapa de crecimiento. Cabe destacar que podemos utilizar el foco de bajo consumo de 105w para todo su crecimiento, aunque el desarrollo de nuestra planta no será el ideal.
Cuando decidamos dar fin al crecimiento para comenzar la etapa de floración, deberemos cambiar a la lámpara de sodio de 250-400-600w.

Lámparas

Las lámparas de mercurio y sodio deben ser utilizadas con balastros, equipos que alimentan la potencia.
Deben estar ubicados con un cable a no mas de 1 metro de distancia entre la lámpara y el equipo.
Es importante asegurarnos que la instalación eléctrica se encuentre en condiciones para soportar la gran demanda. La cantidad de watts adecuada dependerá del tamaño del espacio de cultivo.

Reflectores

En cuanto a los reflectores, encontraremos distintas opciones que se adaptan a cada necesidad. Se puede utilizar algo simple, como un águila o alguna opción que permita extraer la temperatura del foco a fin de disminuir el calor en el espacio de cultivo.

Timer

El “timer o temporizador” es prácticamente uno de los elementos imprescindibles. Sirve para programar la cantidad de horas que queremos que la luz esté prendida y apagada. Su uso es totalmente sencillo y no requiere de un técnico para su programación.

Ventilación

Extractores

El o los “extractor/es” (dependiendo del tamaño del indoor y la temperatura), se colocan siempre en la parte superior del recientemente mencionado, ya que el calor siempre sube. Es recomendable que los extractores sean de mayor tamaño que los intractores. Los intractores (pueden ser coolers de PC), se colocan en la parte inferior del indoor y lo ideal sería que succionaran aire fresco.

Cómo filtrar los olores

Los filtros de carbono desempeñan una función importante en cualquier cultivo de marihuana interior. Además de usarse en los armarios de cultivo, estos dispositivos también se encuentran en calderas y sistemas de aire acondicionado, donde capturan las sustancias contaminantes a la vez que permiten el paso de aire limpio. Al cultivar marihuana, las sustancias «contaminantes» en cuestión serían los terpenos aromáticos. Aunque estas moléculas agradables determinan el sabor y los efectos del cannabis, ¡también desprenden olores muy intensos!

Estos filtros tienen capas de carbón activado; esta es una forma de carbón tratada para que tenga poros pequeños de escaso volumen. Estos pequeños agujeros aumentan enormemente la superficie del filtro, proporcionando mucho más espacio para que tengan lugar las reacciones químicas y la filtración.

Ventiladores

El ventilador sirve para mover el aire dentro del indoor. De esta manera, al imitar el viento de la naturaleza, las plantas desarrollan un tallo más grueso además de complicarles la existencia a cualquier plaga.
Puede usarse también, apuntando exclusivamente a la lámpara en caso de levantar temperatura nuestro cultivo. El viento que produzca el ventilador, tiene que ser suave y no como si fuera un huracán que destrozara a todas las hojas y ramas.

Temperatura y humedad

El termohigrómetro – o estación meteorológica –  debe usarse desde el inicio del cultivo hasta el final para poder tener siempre una medición de la temperatura y la humedad. En caso de no poder controlar la temperatura ideal, puede agregarse al indoor (dependiendo del tamaño) un aire acondicionado, el cual nos será de gran ayuda. La humedad óptima para nuestras plantas en crecimiento es de 60-70% y en floración es de 40-50%. La temperatura ideal es de 18-25ºC mientras que la luz está encendida y 15-18ºC cuando está apagada.

Siguiendo estos pasos, podrás obtener óptimos resultados en tu cultivo.